Muy pronto colgaremos toda la información de la presentación del libro, en la librería "La buena vida", de Madrid.
Un hombre sabio dijo una vez:
"En verdad, no me toquéis los huevos, oh cerdópilos. La ira de la espátula sagrada caerá sobre aquellos que se empeñen en mancillar nuestras calles con sus gomas de mascar de lujuriosos colores".
Y luego la lió muchísimo.
Pero esa es otra historia que será contada en otro momento.
domingo, 28 de abril de 2013
lunes, 22 de abril de 2013
martes, 16 de abril de 2013
martes, 9 de abril de 2013
Lectores febriles #4
Aquí podemos apreciar a Patricia y Juan Carlos disfrutando de la buena literatura (y ayudando a difundirla).
¡Gracias!
martes, 2 de abril de 2013
Estar preparado
"El único límite a la opresión del Gobierno es la fuerza con la que el pueblo se muestre capaz de oponérsele.
El conflicto puede ser abierto o estar latente, pero siempre existe, ya que el Gobierno no presta atención al descontento y a la resistencia popular, excepto cuando percibe riesgo de una insurrección.
Cuando el pueblo acata dócilmente la ley, o sus protestas son poco convincentes y se reducen a meras palabras, el Gobierno proyecta sus propios intereses e ignora las necesidades de la gente. Cuando las protestas son enérgicas, insistentes, amenazantes, el Gobierno, dependiendo de si es más o menos comprensivo, se hunde o recurre a la represión. Pero uno siempre vuelve a la insurrección porque si el Gobierno no se hunde, el pueblo terminará rebelándose, y si el Gobierno se hunde, el pueblo ganará confianza e irá incrementando sus demandas hasta el momento en que la incompatibilidad entre la libertad y la autoridad sea evidente y surja la lucha violenta.
Por tanto, es necesario estar preparado, moral y materialmente, de tal forma que cuando esto pase, el pueblo salga victorioso."
Errico Malatesta, 1920.
El conflicto puede ser abierto o estar latente, pero siempre existe, ya que el Gobierno no presta atención al descontento y a la resistencia popular, excepto cuando percibe riesgo de una insurrección.
Cuando el pueblo acata dócilmente la ley, o sus protestas son poco convincentes y se reducen a meras palabras, el Gobierno proyecta sus propios intereses e ignora las necesidades de la gente. Cuando las protestas son enérgicas, insistentes, amenazantes, el Gobierno, dependiendo de si es más o menos comprensivo, se hunde o recurre a la represión. Pero uno siempre vuelve a la insurrección porque si el Gobierno no se hunde, el pueblo terminará rebelándose, y si el Gobierno se hunde, el pueblo ganará confianza e irá incrementando sus demandas hasta el momento en que la incompatibilidad entre la libertad y la autoridad sea evidente y surja la lucha violenta.
Por tanto, es necesario estar preparado, moral y materialmente, de tal forma que cuando esto pase, el pueblo salga victorioso."
Errico Malatesta, 1920.
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